HACIA UN AULA PERFECTA

El aula perfecta representa una apuesta por la igualdad educativa en el marco de la sociedad de la información para combatir las situaciones de desigualdad en las que se encuentran muchas personas.

Pero, ¿Cómo sería la clase perfecta? En clase debatimos qué es lo que deberíamos hacer para lograr esa clase perfecta y una de las cosas de las que nadie duda es la necesidad de utilizar los recursos tecnológicos como ayuda para el cambio hacia una educación fuera de lo convencional, de manera que todo el mundo pueda participar, ya sea conectándote al ordenador desde otros dispositivos para permitir trabajar sin estar al lado de una pizarra o dándole un apoyo visual para algún tipo de déficit auditivo o visual para aumentar el tamaño . Vamos camino de un nuevo paradigma del aprendizaje en donde el profesor es el mediador del aprendizaje. El objetivo es enseñar y que se produzca un aprendizaje para todo el mundo.

El profesor tiene que tener claro qué es lo que quiere que el niño aprenda (contenido), ¿cómo quiere que lo aprenda? (metodología) y ¿por qué quiere que lo aprenda? (la intención educativa). Para todo esto, vamos a llevar a cabo un contenido que sea motivador para el niño y que el niño pueda aplicarlo día a día; vamos a utilizar una metodología en la que predominan los grupos reducidos, más participación y la utilización de nuevas tecnologías y como no, vamos a intentar que el niño no solo acumule títulos, sino que sepa desenvolverse en la vida, que tenga soltura.

La transformación está orientada hacia el sueño de la escuela que se quiere conseguir. A partir de ahora, el aprendizaje escolar no recae exclusivamente en manos del profesorado, sino que el logro de una educación de gran calidad depende de la participación conjunta de las familias, las asociaciones del barrio, el voluntariado.

Como tarea impulsa y motiva a que los niños indaguen de forma independiente sobre las diferentes temáticas, las contrasten con sus compañeros con la guía docente y con la finalidad de adquirir experiencias que le sean útiles para su vida en sociedad. De esta forma, los alumnos se plantean interrogantes sobre todo lo que les rodea y se vuelven críticos, inconformistas, independientes, autónomos y satisfechos de sus descubrimientos.

Lo que se pretende con este tipo de actividades es familiarizar a los alumnos con experiencias reales del mundo en el que viven, para que despierte en ellos la curiosidad y motivación necesaria para que sirvan de partida para los proyectos de investigación.